Los hospitales y centros sanitarios se enfrentan hoy a un reto clave: integrar tecnologías avanzadas que realmente mejoren la calidad asistencial.
En este contexto, muchos servicios deciden implantar Pixacare, una solución que asegura y gestiona de forma estandarizada las imágenes médicas tomadas con los smartphones del personal clínico, además de optimizar el seguimiento de la cicatrización.
Sin embargo, incorporar una herramienta digital en un entorno sanitario requiere superar varios desafíos:
- Cumplimiento normativo: garantizar la seguridad y confidencialidad de los datos.
- Integración técnica: armonizar Pixacare con las infraestructuras y sistemas existentes.
- Adopción por parte del personal: acompañar a los equipos con formación y soporte continuos.
Pixacare responde a estos retos mediante un despliegue personalizado y un soporte cercano y proactivo.
Antes y durante el despliegue
Una preparación técnica desde el primer día
Tras la firma del contrato, entra en juego el Customer Success Manager (CSM), que contacta con el responsable de sistemas del centro para analizar el entorno tecnológico: compatibilidad de los dispositivos móviles, calidad de la red y posibles bloqueos técnicos. El objetivo es anticipar cualquier obstáculo y garantizar una implantación fluida.
Personalización según el contexto clínico
Cada centro tiene sus propios servicios, protocolos y flujos de trabajo. Por eso, el CSM realiza un análisis en detalle con el responsable médico para configurar Pixacare según las necesidades del hospital: reconocimiento de etiquetas, creación de grupos de trabajo, organización de equipos multidisciplinares, etc. Esta adaptación garantiza una integración coherente con las prácticas asistenciales ya existentes.
Formación práctica para una adopción eficaz
La formación es el eje central del despliegue. El CSM organiza sesiones, presenciales o a distancia, para enseñar a los equipos a utilizar Pixacare de forma operativa. No es solo una demostración, sino una formación interactiva con preguntas, ejercicios y ejemplos reales.
Los equipos también disponen de:
- manuales de uso
- guías imprimibles
- material visual
- vídeos tutoriales
Todo accesible para consultas posteriores.
Gracias a esta metodología personalizada, la transición hacia Pixacare es fluida, estructurada y alineada con la práctica clínica.
Después del despliegue: soporte técnico y formación continua
Seguimiento personalizado y escucha activa
El CSM es mucho más que un contacto ocasional: es el responsable de la relación continua con el centro.
Tras la implantación, mantiene un seguimiento regular para garantizar la satisfacción de los usuarios.
Además, se envían encuestas de satisfacción para recoger comentarios, detectar necesidades y orientar la evolución del producto según las realidades del terreno.
Incorporación de nuevos profesionales
El CSM gestiona también el onboarding de nuevos usuarios: creación de perfiles, asignación de grupos de trabajo y sesiones de formación colectivas (especialmente para las cohortes de internos).
Quien no pueda asistir dispone de vídeos y recursos formativos accesibles en cualquier momento.
Esto asegura que todos los profesionales, sin importar cuándo se incorporen, puedan usar Pixacare de manera óptima.
Un soporte técnico rápido y personalizado
La reactividad es fundamental.
El CSM está disponible para resolver dudas por correo o teléfono, con un compromiso de respuesta en menos de 24 horas.
Si se detecta un problema técnico, se activa de inmediato un proceso de corrección junto al equipo de ingeniería y se mantiene el seguimiento hasta su completa resolución.
Actualizaciones trimestrales y formación asociada
Cada trimestre, Pixacare incorpora nuevas funcionalidades.Tras cada actualización, se envía una newsletter detallada y se organiza un webinar en directo para presentar las novedades y resolver dudas.
El vídeo del webinar queda disponible para que todos puedan consultarlo cuando lo necesiten.
Pixacare se compromete a ser un socio tecnológico activo, que escucha, acompaña y evoluciona junto a los centros sanitarios.Cada despliegue marca el inicio de una colaboración sólida, adaptada y diseñada para mejorar la práctica clínica día a día.


